Yolanda Santana, madre, emprendedora y costurera.

Yolanda Santana, madre, emprendedora y costurera.

Yolanda es una abuela y costurera de 63 años. Sus días consisten en cuidar de sus plantas, su familia y su negocio. Ella es feliz con la vida que lleva y la persona en la que se ha convertido. 

“Paz, eso es lo que para mí significa el éxito. Mi negocio es pequeño y mi vida es exactamente como quiero que sea,” dijo. 

Mientras que Yolanda y su esposo se preparan para jubilarse, ella refleja en el camino que la ha traído hasta aquí. La ahora emprendedora llegó a Austin como refugiada hace más de 30 años, después de que su esposo fuese secuestrado y amenazado en México. Ellos escogieron establecerse en Austin, Texas porque en aquel entonces, la ciudad les recordaba a su pueblo natal. 


Yolanda y su esposo.

Yolanda y su esposo.

“Austin se sentía como un pueblito y me enamoré de la ciudad y su gente,” recuerda. 

Recién llegada a Austin y con tres hijos que mantener, a Yolanda se le dificultó continuar ejerciendo como costurera. 

“Hice un poquito de todo, limpiaba casas, oficinas, cualquier cosa que podía para ayudarle a mi esposo,” dijo.

Durante esos primeros años, la ahora abuela, comenzó a tener ataques de pánico. “Un día, camino al trabajo, tuve que parar a media carretera, no podía respirar ni moverme,” dijo.

Gradualmente, los ataques de pánico comenzaron a llegar cada vez mas seguido. Yolanda se vio obligada a dejar su trabajo y comenzó a depender completamente de su esposo y sus tres hijos, quienes se turnaban para cuidar de ella.

“De repente dejé de manejar y de ir a lugares sola, cualquier cosa me causaba ansiedad,” dijo. 

Le tomó a Yolanda 10 años para gradualmente ir controlando su ansiedad. Y un día, mientras estaba sentada en su sofa, Yolanda decidió que quería algo más de la vida. Quería crear algo.

“Poco después conocí a Susana, ella acababa de unirse a JUST, y cuando la escuché hablar sobre esta comunidad de mujeres poderosas que se apoyaban la una a la otra, supe que ahí pertenecía,” recuerda. 


Yolanda observando a sus estudiantes de costura.

Yolanda observando a sus estudiantes de costura.

El camino JUST de Yolanda no fue uno linear. Al principio, ella no estaba segura del tipo de negocio que quería crear, así que comenzó vendiendo joyería para una compañía. No era algo que le apasionara, pero era un comienzo. 

Un día, Yolanda conoció a Steve Wanta, CEO de JUST, y él le preguntó si tenía algún talento escondido. “Le dije que estudié alta costura hace mucho tiempo y él me motivó convertir ese pasatiempo en un negocio,” dijo.

Yolanda utilizó su primer préstamo JUST para comprar una maquina de coser. Poco a poco, su negocio fue creciendo. Su grupo de apoyo la ayudó a correr la voz dentro de la comunidad y hoy, Yolanda cuenta con una clientela fiel que la continua recomendado a otras personas. 

“Es difícil expresar lo agradecida que estoy con todas las mujeres de JUST. Ellas me dieron la motivación que necesitaba para dejar ir de mis miedos y ansiedades,” dijo con ojos llorosos y una sonrisa. 

Hoy, Yolanda realiza talleres de costura en su hogar. Ella entrena exclusivamente a emprendedoras JUST interesadas en el mundo de la moda y las alteraciones. La abuela de 63 años disfruta compartir sus saberes con sus estudiantes y sonríe cada vez que le dicen maestra.

“Siempre les digo, no importa que tengan 36 o 60 años, si tienen un sueño, nunca es tarde para empezar. Mírenme a mí, sesentona y feliz,” dijo con una sonrisa. 

El sueño de Yolanda es algún día tener una escuela de alta costura para así poder compartir sus saberes con más mujeres. Por ahora, ella ofrece clases privadas desde su hogar, en donde también se encuentra su taller.

JUST es una plataforma financiera sin fines de lucro que busca crear un Texas más justo invirtiendo en mujeres con gran visión. Nuestro propósito es ayudarte a vivir con menos estrés y más alegría. Visita nuestro sitio web somosjust.org para aprender más.